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Los eventos que rompen récords impulsan los avances en la vinculación del cambio climático con el clima extremo

En junio de 2021, una corriente en chorro cargada con calor y energía caótica de un ciclón cercano se detuvo sobre el noroeste del Pacífico. La masa de aire atrapado horneó el ya caliente paisaje de abajo a un récord de 49,6 °C. Más de 1000 personas murieron por exposición al calor.

Los científicos rápidamente comenzaron a trabajar para averiguar qué parte de la culpa de la ola de calor podría atribuirse al calentamiento global. Pero el calor era tan inusual, el clima tan extraño, que rompió sus métodos. “Desafió nuestras técnicas, nuestros modelos climáticos y nuestros métodos de análisis estadístico”, dice Michael Wehner, científico climático del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley que participa en la iniciativa World Weather Attribution (WWA). WWA finalmente emitió una declaración, encontrando que la ola de calor era » prácticamente imposible » sin el calentamiento global. Pero, admite Wehner, esa declaración enmascaró muchas dudas. «En cierto modo lo hicimos».

Cómo la ciencia podría ayudar en la búsqueda de la justicia ambiental en EE. UU.

Cuando el presidente de EE. UU., Joe Biden, asumió el cargo en 2021, colocó la justicia ambiental, la búsqueda para abordar la contaminación y otros daños que afectan de manera desproporcionada la salud de las comunidades marginadas, en la parte superior de su agenda nacional . Durante la última década, investigadores y activistas de EE. UU. han estado trabajando con funcionarios municipales y estatales para desarrollar una variedad de herramientas científicas, desde mapas y modelos hasta sensores de contaminación del aire, que se pueden usar para identificar a quienes están más amenazados por una variedad de desigualdades sociales, geográficas e históricas. Ahora están presionando a la administración Biden para que cumpla su promesa.