Recomendaciones de lectura

Análisis de los factores meteorológicos que afectan el aumento a corto plazo de las concentraciones de O ₃ en nueve ciudades globales durante el COVID-19

El ozono superficial (O ₃ ) es uno de los principales contaminantes del aire en todo el mundo. Este estudio investigó las concentraciones de O ₃ en nueve ciudades durante las fases de bloqueo de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19). También se desarrolló un modelo estadístico, denominado Modelo aditivo generalizado (GAM), para evaluar diferentes factores meteorológicos, estimar la liberación diaria de O ₃ durante el confinamiento por la COVID-19 y determinar la relación entre ambos. Encontramos que: (1) Daily O ₃aumentó significativamente en todas las ciudades seleccionadas durante el confinamiento por el COVID-19, presentando aumentos relativos de −5,7% (en São Paulo) a 58,9% (en Guangzhou), con respecto al valor promedio para el mismo período en los cinco años anteriores. (2) En el modelo GAM, el coeficiente de determinación ajustado (R ² ) varió de 0,48 (Sao Paulo) a 0,84 (Roma), y capturó 51-85% de las variaciones diarias de O _{3 .} (3) El análisis de las concentraciones esperadas de O ₃ durante el confinamiento, usando GAM alimentado por datos meteorológicos, mostró que las anomalías de O ₃ estaban controladas predominantemente por la meteorología. (4) La relevancia de diferentes variables meteorológicas dependía de las ciudades. El O _{3 positivo}Las anomalías en Beijing, Wuhan, Guangzhou y Delhi se asociaron principalmente con una humedad relativa baja y una temperatura máxima elevada. La baja velocidad del viento, la temperatura máxima elevada y la baja humedad relativa fueron los principales factores meteorológicos para las anomalías de O ₃ en Londres, París y Roma. Las otras dos ciudades tenían diferentes combinaciones de factores principales.

Estas reglas para una economía oceánica ayudarían a todo el planeta

Mi oficina en la Universidad de California, Santa Bárbara, mira hacia la costa. El primer conjunto de plataformas petroleras en alta mar de los Estados Unidos salpica el horizonte, la fuente del derrame de petróleo de 1969 que inició el movimiento ambiental moderno. Enormes barcos de carga atraviesan una megaautopista oceánica, traen mercancías de todo el mundo y ocasionalmente golpean y matan ballenas. Los surfistas montan olas, los veleros se dirigen a las islas y, en días despejados, las playas se llenan de bañistas. Los pescadores recreativos lanzan sus anzuelos desde el muelle, los pescadores comerciales colocan trampas para langostas a lo largo de la costa y una pequeña granja de mejillones se esconde debajo del agua cerca de la costa.

Todas estas actividades son parte de una ‘economía azul’ cada vez más intensa, que extrae valor de los océanos que cubren el 71% de nuestro planeta. En muchos sentidos, esto es algo bueno. El envío de mercancías por mar es una de las formas más respetuosas con el medio ambiente de realizar el comercio mundial; los productos del mar cultivados son muy nutritivos y, a menudo, sostenibles; La energía eólica marina tiene el potencial de generar enormes cantidades de energía verde. Pero pronto el océano, que ya se está calentando y lleno de gente, llegará a los mismos puntos sin retorno que los humanos han alcanzado en gran parte de la tierra.

Cómo el cambio climático y la expansión urbana no planificada provocan más deslizamientos de tierra

La primera mitad de 2022 fue una de las más mortíferas registradas por deslizamientos de tierra. En enero y febrero, ciudades de América del Sur se vieron afectadas por devastadores flujos de tierra, rocas y lodo, que enterraron al menos a 14 personas en sus hogares en Dosquebradas en Colombia y mataron a 24 personas en Quito, Ecuador, y al menos a 220 en Petrópolis, Brasil. . En abril, mayo y junio, cientos más fueron asesinados en Pilar en Filipinas, Durban en Sudáfrica, Recife en Brasil y en todo Bangladesh.

Eso se acerca rápidamente a las aproximadamente 4.500 personas que mueren en promedio en todo el mundo cada año por deslizamientos de tierra ¹ . Los daños económicos por estos eventos ascienden a US$20 mil millones anuales ² , que es aproximadamente una cuarta parte de los que resultan de las inundaciones.